Los girasoles se cultivan para la producción de semillas oleaginosas y comestibles. Sin embargo, la misma planta no se utiliza para ambos. Alrededor del 25% de la cosecha de girasol se dedica a la producción de semillas, mientras que el resto pasa a la fabricación de aceite. El aceite de semillas de girasol es considerado un aceite de calidad, ya que es bajo en grasas saturadas y puede soportar altas temperaturas de cocción. También es alto en grasas poliinsaturadas, que son una parte importante de una dieta equilibrada.
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